Tras el olor de las viejas ceremonias
Giovanna Pollarolo presenta "Entre mujeres solas" (Poesía reunida)
¿Tú crees que después de los 30, las mujeres aprenden a hacer el amor, como dice uno de tus textos? podría ser la primera pregunta para Giovanna Pollarolo, pero la descarto y termina siendo solo un verso que nos señala cuartos oscuros en los que se han guardado muchas voces.
Han pasado 25 años desde que se publicó Huerto de los olivos, su primer libro, que ahora se reedita junto a Entre mujeres solas (1991) y La ceremonia del adiós (1997), reuniendo su obra poética completa.
Entonces las voces regresan, la ceremonia. Hay algo en ellas que las compara con tejidos de otras mujeres, o susurros, incluso con movimientos sigilosos y hasta peligrosos ¿por qué? porque llevan algo, una carga pesada que puede explotar entre los dedos. Pero ellas lo comparten o contagian como rezando, rabiando o cantando. Es dolor.
“Creo que tener treinta años es algo simbólico, tiene que ver con Cristo, con empezar, con una forma particular de asumirse, de ser mujer. Yo empecé a publicar después de los 30. Tenía ya otra mirada” comenta Giovanna Pollarolo, que recupera lo que parecía ser una pregunta y nos empuja al viejo tema de la poesía femenina. ¿Existe tal cosa? “¿Por qué crees que existen más escritores que escritoras? Hay un culto al silencio y eso es autocensura. Como mujeres hemos crecido así de una u otra forma, sin poder hablar sobre nosotras mismas. El silencio, esa autocensura, se hereda, está ahí”
Pero la cercanía a tus personajes ha hecho que tus lectores te confundan con el yo poético, que además es bastante descarado para hablar de sí mismo, ¿me equivoco? “Siempre me he resistido al calificativo de testimonial” responde. “Yo solo quería explorar, decir, incluso tener una forma de elaborar el miedo, el amor, la nostalgia y pensaba que la palabra, el uso del lenguaje me haría entender. Hay rastros de todo lo que somos en nuestra escritura, incluso si uno escribe sobre ciencia ficción. Es difícil escapar de uno mismo, sin embargo en la poesía es más exacerbado y hay algo de indecente, que incomoda.
¿Por qué publicar poesía entonces? "En todos hay algo esquizofrénico y en mi caso es un lado particularmente mío que ve las cosas de otra forma". Para la edición agregué poemas intentando recuperar lenguaje, pero sin traicionarme, sin cambiar mucho, sin mover texto. Es lo que soy yo en esa época. No quiero tocarlo.
Bajo viejas ceremonias
La mujer que es cuestionada en Huerto de los olivos, su primer libro, levanta la cara, mira, y escucha el primer verso que Pollarolo clavo en su piel hace 25 años. ¿Cómo hiciste María para escoger siendo mujer" y después: "María, escogiste el perfume, el silencio, los sueños".
“Esta mujer atraviesa el evangelio, hablando de divinidad, de un elegido, de amor y de llanto”, comenta Pollarolo. “A diferencia de Entre mujeres solas en la que hay muchas voces, preguntas, cuerpos y espejos que devuelven cosas distintas”
Algo quedaba de la belleza de sus piernas/ese aire de fragilidad a pesar de la madurez son los versos de Veinte años no es nada (en el libro citado).
Sobre La ceremonia del adiós, cuya temática es la separación de la pareja, Pollarolo tiene una mirada distinta. Comenta. “Es un tema que debería dar para más. La separación de la pareja es solo un elemento, pero la lectura entra en juego con las zonas más dolorosas del ser humano que hablan incluso de la separación de la madre y del hijo ya como un acto en el que se pierde el paraíso para pasarse la vida, deseando una arcardia perdida... búsqueda imposible. La poesía me ha permitido esa zona mía y oscura, triste… ¿por qué no decirlo? esa arcadia que no hallo. Pero nos soy toda yo sino no podría sobrevivir”.
…
La tarde va terminando al igual que el café, las preguntas, anécdotas y otras historias. Entonces Giovana habla de un cuarto libro. “Sí, tengo un imposible cuarto libro. Pero aun siento que me falta la voz, el tono. Ando buscando eso. Se llamará De casa en casa y es justamente eso… tantas mudanzas, tantos años y cosas… es un recorrido por todas las casas en las que viví”.
Finalmente Giovanna Pollarolo comparte un poema de este libro que llama imposible y nos arrastra al eco de los lugares vacíos, así como sus mujeres nos llevaron dentro de historias en las que reconocimos sigilo y soledad.
Casa vacía
(Poema inédito de Giovanna Pollarolo. De "De casa en casa" 2013)
……
Sí, vivo sola en esta casa
……
Tenía, pero se fue.
…….
Dos, pero también se fueron
….
Viven, me pesa decirlo, en insignificantes lugares que alquilan
…..
No quieren. Están construyendo su casa, lejos de mí
……
No. Perro no tengo.
…..
La casa está llena de voces y de objetos
De sombras
Almas en pena, tal vez
Abren puertas y ventanas
Encienden las luces
Hablan, se ríen, lloran.
Y la tristeza se asoma entre las maderas apolilladas
con el olor del orégano, de la salsa de tomate, del café haciéndose
….
Estoy sola pero no soy sola.
….
En realidad no sé cuál es la diferencia entre
ser sola
o
estar sola.
….
Sí, también puedo decir “soy sola pero no estoy sola”
….
Fantasmas del pasado que caminan, van y vienen, murmuran palabras que no entiendo; a veces ríen, a veces lloran
….
Me iré cuando se vayan
Y el silencio me agobie
Cuando desaparezca el último adorno
Cuando no haya un solo libro en los estantes
hilariousY solo queden zapatos disparejos en el armario
Pedazos de pan seco, leche avinagrada, huevos podridos.
…..
Me iré con los pies adelante sobre cuatro hombros extraños
antes de que llegue la cuadrilla de obreros
antes de que provistos de picos y palos
empiecen a levantar otra casa.
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Prensa cultural