Culturales | Agosto 31, 2012 Diario16. Por Cecilia Podestá.

El joven pintor Rember Yahuarcani (Loreto, 1985) creció escuchando sobre dioses creadores, circulares, fuerzas míticas y leyendas del universo Uitoto, su comunidad amazónica. Su niñez  transcurrió  cerca de Leticia, en frontera con Colombia, Loreto, donde aprendió de su padre el oficio de pintar con tintes naturales y resina sobre telas de llanchama, hechas de la corteza de los árboles. Esta técnica es practicada hasta hoy por muchos artistas amazónicos, incluyendo al maestro de Yahuarcani, su propio padre.

Rember pronto incorporó a su propio imaginario a todos esos monstruos y dioses, logrando una narrativa a través de sus lienzos y dejándolos convertirse en una fuente inagotable de historias y personajes, acaso un viaje para conocer otros rostros de la Amazonía.

“Claro, tengo un legado amazónico, y eso es importante para mí y para mi pintura. Dice quién soy y qué es lo que hago. Busco una mirada más humana sobre nosotros, más horizontal, de más respeto. Mis imágenes son poderosas porque en ellas está la mitología uitoto, llena de color, explosiva, viva. A través de sus personajes busco abrir un diálogo donde la otra persona no imponga ideas o decisiones, pero es difícil. Bajo la coyuntura puedo decirte que el Estado es el que más daño ha hecho a los indígenas en la  amazónica”, comenta el joven artista, quien expone “Nómades y errantes”, nueva muestra individual en la que los seres mitológicos que siempre lo han acompañado se exhiben como obsesiones, en medio de su propia mística, quizá vivientes, palpables y salvajes.

Sus cuadros recurren intensamente a la mitología uitoto en la que todas las cosas ocurren por y a través de los sueños. Así el hombre, la creación y sus dioses son producto del que sueña y despierta para hacer realidad las imágenes otorgadas mientras dormía. “Y al inicio solo existían los hombres uitoto, sin mujeres, pero de pronto cuando fueron creadas por el dios y se hizo con ellas la luz para que desaparezcan las tinieblas”, narra Yahuarcani, explicando a través del mito, una de las tantas obsesiones que transmite en su pintura: las mujeres.

“Me interesa explotar a mis personajes femeninos. Mitológicamente la mujer del creador es más importante que el mismo creador. En muchas de las historias es la diosa, tanto en la tierra como en el espacio y el agua, que representan los tres mundos de forma circular. En cambio el creador está solo bajo la tierra. En el espacio, ya que el cielo no existe para los uitotos, la mujer toma distintos estados, cuerpos humanos y animales. Por ejemplo, en el espacio es un gran arcoiris, en  la tierra es la mujer carnal y en el agua la anaconda”.

Bajo otro lenguaje, pero sin apartarse de estos escenarios, el pintor también ha  publicado dos cuentos, escritos e ilustrados por él mismo. “Fidoma y el Bosque de Estrellas” (Editorial Arsam) publicado este año, y “El Sueño del Buinaima” (Editorial Alfaguara) publicado en 2010.

Poseedor de este poderoso imaginario Rember Yahuarcani ha trazado rutas mitológicas hacia un mundo bajo el agua capaz de emerger ante nuestros ojos junto a los dioses, animales, cantos y paraísos propios de la amazonía, y en su caso  del clan Aymenu –del que forma parte- y exhibiendo siempre  su propia cultura. “Yo soy uitoto”, dice con orgullo, mientras regresa a hablar de sus cuadros, los que no podemos dejar de ver una vez inaugurada su exposición.

El dato

“Nómades y errantes” se inaugura el miércoles 5 de setiembre a las 7:30 p.m., en el Espacio de Arte de la Fundación Euroidiomas, calle Libertad 130 Miraflores.

Se exhibe hasta el 26 de setiembre. De lunes a viernes de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. y sábados de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. El ingreso es libre.

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