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ETNA VELARDE, COLECCIONISTA DE HÉROES

Publicado: 2012-06-30

Para los que formamos parte de la generación que terminó el colegio antes del cambio de siglo, y crecimos leyendo Historia del Perú para los cinco años de educación secundaria, de Gustavo Pons Muzzo, no nos son ajenas las enciclopedias Escuela nueva, y de ver alguna como las hacían antes, la guardaríamos como una fotografía escolar de carpetas extinguidas en el cementerio de fierros y madera.

Fue en ellas que supimos de las violentas muertes de héroes, próceres, precursores, sus torturas y miserias durante las guerras y batallas, sus luchas durante la independencia y, sobre todo su gloria, que barrió el tiempo y los condujo a ser los personajes que no podemos olvidar por haber entregado todo lo que tenían por nuestro país y por lo que se les reconoce hasta hoy. La mayoría de estos héroes fueron retratados por Etna Velarde, quien expone su propia antología de valientes y batallas, -en el Centro Cultural San Marcos- cincuenta años después de haber iniciado su carrera como artista.

Todos son o fueron suyos y salieron al lienzo desde una mirada que pudo durar madrugadas enteras o su propia vida ofrecida a su fascinación por una historia cambiante como la nuestra, llena de fracturas y fuerza. “Empecé a pintar muy chica, estaba en el colegio. En quinto de media gané el primer premio de dibujo y pintura y así empezó todo. Recuerdo que lo primero que me pidieron fue hacer un cuadro de Túpac Amaru. Yo quería representar al personaje, darle la fuerza que tuvo, no reproducirlo con rasgos españoles, blancos… como lo pintaban antes.  Así que investigué y lo hice de rasgos mestizos, andinos y fuertes, como debía ser”

Cuando Etna Velarde pinta a ese Túpac Amaru, la historia da un giro y se empieza a apreciar a nuestros héroes como realmente fueron. Pronto Etna se interesaría por los retratos y en ellos por los ojos de sus representados, quienes debían “mirar” directamente a quien los apreciara desde la realidad, nos comenta. Apenas con veinte años fue convocada por el Instituto San Martiniano para hacerse cargo de una colección. “Querían una serie de cuadros para ilustrar los libros de Gustavo Pons Muzzo sobre la Guerra del Pacífico. Eran de gran formato. Algunos me tomaron meses.  Ahí empiezo con los cuadros históricos y, claro, después pude pintar a las mujeres más valerosas. Eso me interesaba mucho. Más por ser una época de hombres, incluso para mí. Y por primera vez una mujer entra a los museos militares… me refiero a Tomasa Tito Condemayta, a las hermanas Toledo, a Micaela Bastidas… a todas ellas también las pinté, revolucionarias… ”

Pintora y poeta, Etna Velarde estudió en Bellas Artes y en San Marcos. Fue leyendo poesía en el patio de letras que conoció a su esposo, Jorge del Prado, líder del partido Comunista y a quien llegó a retratar como a otro de sus personajes. En la exposición Trazos de una vida, la historia nos tocará el hombro para susurrarnos que todos esos retratos que pertenecen a un imaginario poderoso, y a los que recurrimos para encontrarnos nuevamente con nuestros héroes entre batallas pasadas, fueron pintados por  una sola mujer y desde que era una adolescente. Vaya a ver la exposición y se lo dirán los propios Jorge Basadre, César Vallejo, María Reiche, Ricardo Palma, Felipe Guamán Poma de Ayala, Micaela Bastidas, incluso Leoncio Prado en su propio fusilamiento. Se lo repetirán desde el retrato y en su última mirada bajo el lienzo de Etna Velarde.  Entre otros cuadros podremos ver la caída del avión que piloteaba el capitán José Quiñones; o a los soldados chilenos en plena guerra, atacando Barranco, y más. “Me gusta pintar la historia porque la admiro, sí, admiro a nuestros héroes y me gusta pintarlos así, como fueron. Lo abstracto no me sedujo, a pesar de la época y que todos querían experimentar, pintar otras cosas…”

¿Hay algún cuadro que no hayas podido pintar?

"Sí. No he podido retratar a mi hija. Quizá algún día lo logre, pero aún es muy difícil. Hacerlo sería como volverla a ver. Han pasado cinco años desde su muerte y… no, aún no puedo, no me atrevo a convertirla en uno de mis personajes. Ella aún está aquí, pero como si estuviera de viaje, como siempre. Ella era antropóloga. En uno de esos tantos viajes tuvo un accidente y no volvió más".

Etna guarda silencio, y nos muestra las fotografías de Carmen del Prado Velarde, que tiene una   exposición póstuma en San Marcos, en una sala que dialoga con la suya, frente a la de sus héroes, en el segundo piso de la vieja casona. Entonces la exposición es completa, nos dice, “mi hija, mi mejor trazo, también expone en San Marcos, conmigo, estamos juntas, ella con sus fotografías y yo con mis héroes”.

Cecilia Podestá


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Dinosaurios de latón

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